Grandes mentiras sobre el jamón de bellota ibérico

Hay ciertos rumores que circulan sobre determinados productos que no tienen ninguna base científica,.

Algunas mentiras sobre el jamón de bellota ibérico

Da igual por donde se empiece un jamón. No es correcto, pues las partes estrechas del jamón se curan antes, por lo tanto la curación va ligada al tiempo. Por ello, se recomienda empezarlo por las partes estrechas, ya que estarán mejor curadas.

Otra falsedad: Una vez abierto hay que preservarlo con un trozo de corteza encima. No es necesario hacer esto, ya que lo importante es que no le dé el aire ni la luz, con lo cual sería suficiente con cubrirlo con un paño que no suelte pelusa. De esta manera, el jamón de bellota ibérico se preservará de forma correcta. El trozo de corteza lo único que hará es transformar su sabor, por lo que es mejor no hacerlo.

El jamón de bellota ibérico siempre es pata negra

Esta es otra de las mentiras sin fundamento que circulan. Lo primero que hay que aclarar es que lo que es negro no es la pata sino la pezuña. Lo habitual es que el cerdo ibérico -que es de pelaje oscuro- tenga la pezuña negra, pero esto no siempre es así por lo que puede que sea un jamón de bellota ibérico excelente y que no sea de pezuña negra.

Que los cerdos ibéricos solamente se alimentan de bellotas tampoco es cierto. Si los cerdos se alimentasen única y exclusivamente de bellotas, lamentablemente morirían.

La dieta de estos animales es al principio pienso a base de cereales y hierba, en verano pasto y cereales y, en la última etapa de su vida, se alimenta de lo que encuentra en la dehesa en esa época que es en su mayoría bellotas -pero también una gran cantidad de hierbas coincidiendo con la otoñada y raíces-.